El rejuvenecimiento facial mediante rellenos implica la inyección de productos específicos a diferentes niveles de la dermis y del tejido subcutáneo. Esta técnica se realiza utilizando tramas y vectores que permiten restablecer el volumen perdido, hidratar y tensar la piel tratada, lo que resulta en un aspecto más joven y natural.
Estos tratamientos suelen ser poco molestos y de corta duración, generalmente requiriendo entre 15 y 30 minutos. En algunos casos, dependiendo de la zona a tratar, puede ser recomendable aplicar anestesia local para minimizar cualquier molestia.
El tratamiento proporciona un resultado estético inmediato y altamente satisfactorio, permitiendo que el paciente se reincorpore de inmediato a sus actividades. Es común experimentar hinchazón, hematomas o enrojecimiento en la zona de aplicación, pero estos efectos secundarios son efímeros.
La duración de los resultados es variable, oscilando entre 6 meses, 1 año o más, dependiendo del tipo de relleno facial utilizado, la zona tratada y el metabolismo del paciente. Este tratamiento ofrece resultados sorprendentes, naturales y duraderos, sin alterar la expresión natural del rostro.