Los hilos tensores son una técnica estética que implica la inserción de hilos debajo de la piel para lograr un efecto lifting sin necesidad de recurrir a la cirugía. Estos hilos son estratégicamente colocados para tensar y elevar áreas afectadas por la flacidez debido al proceso natural de envejecimiento. El propósito principal es mejorar la firmeza y elasticidad de la piel, al tiempo que estimula la producción de colágeno para obtener resultados más perdurables.
Existen diversas variantes de hilos tensores, y su aplicación puede ajustarse según las necesidades específicas de cada paciente. Algunos hilos son reabsorbibles, lo que significa que se disuelven con el tiempo, mientras que otros pueden ofrecer resultados más permanentes.
Este procedimiento es comúnmente utilizado para tratar la flacidez en áreas como el rostro, el cuello y otras regiones del cuerpo, proporcionando un aspecto rejuvenecido sin la necesidad de recurrir a la cirugía invasiva.
Los hilos tensores son una opción adecuada para aquellas personas que desean mejorar la firmeza de su piel sin recurrir a procedimientos quirúrgicos más invasivos. Este tratamiento está especialmente indicado para aquellos que presentan:
- Flacidez en el rostro y el cuello: Los hilos tensores pueden proporcionar un efecto de elevación, mejorando la firmeza y reduciendo la apariencia de arrugas y líneas.
- Pérdida de definición en la mandíbula: Si hay una disminución en la definición de la línea de la mandíbula, los hilos tensores pueden ayudar a restaurar la forma y el contorno.
- Cejas caídas: Para quienes experimentan la caída de las cejas, los hilos tensores ofrecen una solución no quirúrgica para elevarlas.
- Otras áreas corporales: Además del rostro y el cuello, los hilos tensores también se pueden aplicar en otras partes del cuerpo, como los brazos o el abdomen, para tratar la flacidez de la piel.