La mentoplastia, también conocida como genioplastia, se enfoca en modificar la proyección de la barbilla, ya sea aumentándola o reduciéndola, con el propósito de lograr una forma y tamaño que se ajusten proporcionalmente al resto de los rasgos faciales. Este procedimiento quirúrgico tiene como objetivo remodelar la anatomía del mentón para crear una mayor armonía en el rostro y el perfil del paciente.
Existen dos tipos de intervenciones en mentoplastia:
- Aumento de mentón:
- Lipofilling: Inserción de la propia grasa del paciente.
- Ácido hialurónico: Relleno temporal.
- Implantes sólidos sintéticos: Pueden ser de diferentes formas y tamaños, incluso personalizados para adaptarse al paciente. Los materiales comunes son silicona o polietileno. También se puede realizar una modificación de la estructura del mentón mediante una pequeña osteotomía, sin prótesis, utilizando una pequeña placa de titanio para estabilizar temporalmente la modificación del hueso.
- Se extrae el exceso de hueso en la punta del mentón, remodelando la forma según el resultado deseado y acordado en consulta.
- Para asegurar la modificación del hueso, el cirujano suele utilizar una placa de titanio y luego sutura las incisiones realizadas en la zona intervenida.
La duración de la operación oscila entre 1 y 2 horas, dependiendo de la complejidad. Puede realizarse bajo anestesia local y sedación o, en casos más complejos, como defectos significativos en la mandíbula, con anestesia general, lo que implica la hospitalización del paciente en una clínica concertada.