El objetivo principal de la intervención es eliminar el exceso de tejido en la zona pectoral masculina para lograr un tórax plano y con apariencia masculina. Este exceso de tejido es generalmente el resultado del desarrollo de tejido mamario que se vuelve palpable o visible. La intervención quirúrgica implica la extirpación del tejido glandular y, en algunos casos, la aplicación de liposucción para eliminar tejido graso adicional.
El tratamiento quirúrgico de la ginecomastia glandular implica la resección de la glándula a través de una incisión en la mitad inferior de la areola. Es crucial conservar un pequeño botón de glándula para evitar la depresión de la areola y su adhesión al músculo pectoral mayor. En casos más severos con un excedente significativo de piel, puede ser necesario realizar una resección de una porción de piel, lo que dejará cicatrices fuera de la areola, generalmente ocultas por el vello masculino en el tórax.
Es recomendable combinar este procedimiento con una liposucción en toda la zona pectoral para eliminar la grasa que rodea el tejido glandular.
La duración de la operación varía aproximadamente entre 1 y 2 horas, dependiendo de la complejidad del caso. El tratamiento quirúrgico se realiza bajo anestesia general, y el paciente es hospitalizado por al menos una noche.