La mastopexia, conocida también como lifting de senos o mamoplastia de elevación, es una intervención quirúrgica diseñada para elevar y reafirmar un seno que ha perdido su firmeza, ya sea debido a la ptosis mamaria, pérdida de volumen o flacidez. Este procedimiento no solo eleva el pecho, sino que también le proporciona una forma más redondeada y firme. Para lograrlo, se realiza la eliminación del exceso de piel y se refuerzan los tejidos circundantes, reposicionando la areola y el pezón en su posición anatómica correcta.
Las incisiones en una mastopexia abarcarán la zona de la mama que comprende la piel a eliminar para reposicionar el pezón y la areola en su nueva posición elevada. Las suturas se colocarán alrededor de la areola, siguiendo una línea vertical hacia abajo desde la areola y a lo largo del surco bajo la mama. En algunos casos, cuando la mama es pequeña y tiene poca caída, la incisión se coloca solo alrededor de la areola.
La duración de la operación oscila entre 1 y 3 horas, dependiendo de la complejidad del caso. Este procedimiento, considerado como cirugía compleja, se realiza bajo anestesia general, y el paciente suele ser hospitalizado por al menos una noche.
Existen diversas técnicas quirúrgicas para la mastopexia o elevación de senos, y las cicatrices cutáneas resultantes varían. Podemos clasificarlas en tres grupos:
- Mastopexia periareolar: para senos con un leve exceso de piel, se realiza una incisión únicamente alrededor de la areola.
- Mastopexia periareolar y vertical: se añade a la cicatriz descrita anteriormente una incisión lineal desde la areola hasta el surco submamario.
- Mastopexia periareolar y en T: a las dos anteriores se agrega una cicatriz que recorre el surco en longitud variable, proporcional al exceso de piel que se debe eliminar.